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 El transporte público onubense acumula al año 1.754.754 kilómetros, suficientes para ir y volver dos veces al asteroide

 Cada conductor va y vuelve a Pekín sin salir de la ciudad

 

 Con su ritmo monótono y a veces cansino pasan una y otra vez por las mismas calles, en paradas que se repiten en bucle constante cada día. Frenan, aceleran, soportan las molestias del tráfico, aguantan cuando otros ocupan el lugar que deberían recoger onubenses, llevarlos a sus puestos de trabajo, a sus centros de estudio, en sus días de ocio o a sus quehaceres diarios. Los autobuses de Emtusa forman parte del paisaje urbano de la ciudad, siempre están ahí y eso hace que apenas se les preste atención. Hay 42 unidades en servicio vertebrando la ciudad en sus ocho líneas. Suman kilómetros e historias.

Pocos onubenses habrán pensado hasta dónde podrían llegar en un autobús de Emtusa. Cuando uno viaja en ellos lo hace hasta su próxima parada, hasta donde termina su destino pero difícilmente se para a calcular lo que es capaz de recorrer a lo largo de un año esos vehículos azules y blancos que están por toda la ciudad.

 

Los 42 autobuses que forman la flota de transporte urbano de Huelva acumulan al año 1.754.754 kilómetros, según los datos facilitados por la empresa. ¿Parecen muchos? Es una auténtica barbaridad en una ciudad del tamaño de Huelva. Basta una comparación para tomar su verdadera dimensión La circunferencia de la Tierra es de algo más de 40.000 kilómetros. El bus urbano de la ciudad le da casi 44 vueltas a la Tierra en un año. Significa que cada uno de los vehículos completa al menos una vez esa distancia ya que suman unos 45.000 cada uno. Pero más allá, los kilómetros que suma en sus ruedas les permitiría ir y volver dos veces a la luna, aunque quizá para ello habría que plantearse dotarlos de alguna comodidad más. Afortunadamente para sus conductores, la carga se reparte. Y es que aunque se podría dar la vuelta al planeta al año en cada uno de sus 42 autobuses, los conductores de Emtusa no llegarían a Sevilla al final de cada jornada. La media diaria de un chófer es de 91 kilómetros, que se traducen en 1.194 al mes y 19.762 al año, según los diferentes turnos, suficiente para ir y volver a Pekín sin salir de la ciudad, según los cálculos de Emtusa.

El transporte público de Huelva cuenta con ocho líneas que permiten acceder a prácticamente cualquier punto de la ciudad. La línea más larga de todas es la 2, que suma 14,13 kilómetros de trayecto. Supone 961 kilómetros diarios, 26.790 al mes y 311.674 al año, con lo que el 2 que tantas vueltas habría podido llegar él solo a la luna al cabo de un año. La línea más corta es la 5 con 11,13 kilómetros por trayecto completo que se traducen en 545 al día, 14.313 al mes y 163.328 anuales. La segunda más larga es 3 (13,96), seguida por la 6 (13,69), la 1 (13,25), la 4 (12,53), la 7 (11,98) y la 8 (11,47).

La espera en cada una de sus paradas nunca es cómoda para quien lo hace y cuando la hora va justa más aún. Cada autobús completa una vuelta a cada una de las líneas con una frecuencia media de una hora. Es el 8 el que más tarda con 67 minutos y el 7, 6 y 5 los que menos tiempo necesitan para terminar un itinerario con 51. 57 tardan el 3 y el 4 por 61 de las líneas 1 y 2. Y eso que estas dos últimas tienen de media seis vehículos circulando a la vez por tres de las líneas 3, 4, 5 y 6, mientras que la 7 suma cuatro y la 8 otros cinco.